Antes de seguir adelante, con lo que tenía previsto escribir,hago un repaso de las pasadas semanas…Tenía tantas cosas que hacer, tantos proyectos… ¡Y de repente, hizo su aparición una diminuta “cosita” que trastocó mi vida y cambió mi “mundo”, por unos días!
Así es la vida…¡Te sorprende! Muchas veces planificas con la precisión de un reloj suizo (¿De verdad serán tan precisos?); pero algo inesperado surge y ¡zas! ¡Todo cambia en un instante! No daré muchos detalles sobre cómo “llegaron”…El punto es que tenía unos “Nerds” en mi mano. Si, esos pequeños dulcesitos de colores rosa y violeta que ya no se ven muy a menudo... Estos se "transportaban" felizmente de su cajita, a mi mano, cuando de repente uno de ellos saltó espontánea y repentinamente a mi laptop! Cayó justamente allí, entre la pantalla y el teclado… ¡El terror se apoderó de mí! “Pero tranquila (me decía), con la uña del dedo pequeño se saca”. ¡Horror! ¡No salió!
Olvidé lo que hacía y pensé que era mejor moverme de sitio y cómodamente, tratar de “extraer” a aquella “criatura” inoportuna. ¡Error craso! No tuve mucho tiempo para reaccionar…El simple hecho de colocar la laptop y disponerme a “bregar” con la situación, bastó para que ese diminuto “objeto” ejerciera presión sobre la pantalla y rompiera el cristal “touch”. ¡Horrible! íRidículo,que algo tan pequeño fuera capaz de causar tantos estragos!¡Mi laptop enloqueció, y yo con ella! Lo único que pude hacer a esa hora de la madrugada fue buscar el disco duro externo y pasar toda la data que-por vagancia-no había pasado. ¡“Mal rayo parta” el dichoso “touch”! ¡Total, si yo casi ni lo uso y viene a fastidiar mi “paz”!
No dormí esa noche… ¡Mil cosas pasaban por mi cabeza! Lo demás fue una larga búsqueda de un técnico honesto y responsable que se hiciera cargo del arreglo. Siempre he dicho que uno necesita tres personas de confianza en la vida; un abogado, un mecánico y un buen técnico de computadoras. Hay demasiados "buscones" en la calle y la situación económica no está para regalar el dinero o para que un “idiota” quiera “vernos la cara”…Pero conseguí a la persona adecuada y aunque pasé muchos días sin mi laptop (y me costó mucho dinero el arreglo), al final apliqué varias lecciones.
Si, la primera; no comer “nadita de nada”, cerca de la laptop…Regla básica. ¿Verdad?
Me propuse ser paciente y seguir con mis “cosas”, dejando de lado lo sucedido y no dejar que la situación arruinara mis días. ¿Si dolió, molestó y lamenté? ¡Seguro que sí! Pero no podía seguir dándole vueltas a algo que ya había sucedido y ya no había vuelta atrás, solo tenía que ser paciente y esperar la solución. Aprendí sobre la paciencia.
¡Comprobé cuan simple es la vida! Algo pequeño, puede dar un giro total a nuestro entorno, a la rutina, a lo que damos por sentado… ¡La vida puede cambiar en un instante! En este caso fue solo algo material (aunque es instrumento de trabajo), pero si aplicamos el hecho a situaciones de la vida, a sentimientos, a personas,etc.; nos damos cuenta que la vida "pende de un hilo y lo que hoy damos por seguro, en un instante puede cambiar. Por eso hay que valorar cada minuto de vida y sobre todo, a las personas que tenemos en nuestras vidas.
Pues sí, un incidente con un dulcecito puede hacer que recapacitemos muchas cosas…
Así es la vida…¡Te sorprende! Muchas veces planificas con la precisión de un reloj suizo (¿De verdad serán tan precisos?); pero algo inesperado surge y ¡zas! ¡Todo cambia en un instante! No daré muchos detalles sobre cómo “llegaron”…El punto es que tenía unos “Nerds” en mi mano. Si, esos pequeños dulcesitos de colores rosa y violeta que ya no se ven muy a menudo... Estos se "transportaban" felizmente de su cajita, a mi mano, cuando de repente uno de ellos saltó espontánea y repentinamente a mi laptop! Cayó justamente allí, entre la pantalla y el teclado… ¡El terror se apoderó de mí! “Pero tranquila (me decía), con la uña del dedo pequeño se saca”. ¡Horror! ¡No salió!
Olvidé lo que hacía y pensé que era mejor moverme de sitio y cómodamente, tratar de “extraer” a aquella “criatura” inoportuna. ¡Error craso! No tuve mucho tiempo para reaccionar…El simple hecho de colocar la laptop y disponerme a “bregar” con la situación, bastó para que ese diminuto “objeto” ejerciera presión sobre la pantalla y rompiera el cristal “touch”. ¡Horrible! íRidículo,que algo tan pequeño fuera capaz de causar tantos estragos!¡Mi laptop enloqueció, y yo con ella! Lo único que pude hacer a esa hora de la madrugada fue buscar el disco duro externo y pasar toda la data que-por vagancia-no había pasado. ¡“Mal rayo parta” el dichoso “touch”! ¡Total, si yo casi ni lo uso y viene a fastidiar mi “paz”!
No dormí esa noche… ¡Mil cosas pasaban por mi cabeza! Lo demás fue una larga búsqueda de un técnico honesto y responsable que se hiciera cargo del arreglo. Siempre he dicho que uno necesita tres personas de confianza en la vida; un abogado, un mecánico y un buen técnico de computadoras. Hay demasiados "buscones" en la calle y la situación económica no está para regalar el dinero o para que un “idiota” quiera “vernos la cara”…Pero conseguí a la persona adecuada y aunque pasé muchos días sin mi laptop (y me costó mucho dinero el arreglo), al final apliqué varias lecciones.
Si, la primera; no comer “nadita de nada”, cerca de la laptop…Regla básica. ¿Verdad?
Me propuse ser paciente y seguir con mis “cosas”, dejando de lado lo sucedido y no dejar que la situación arruinara mis días. ¿Si dolió, molestó y lamenté? ¡Seguro que sí! Pero no podía seguir dándole vueltas a algo que ya había sucedido y ya no había vuelta atrás, solo tenía que ser paciente y esperar la solución. Aprendí sobre la paciencia.
¡Comprobé cuan simple es la vida! Algo pequeño, puede dar un giro total a nuestro entorno, a la rutina, a lo que damos por sentado… ¡La vida puede cambiar en un instante! En este caso fue solo algo material (aunque es instrumento de trabajo), pero si aplicamos el hecho a situaciones de la vida, a sentimientos, a personas,etc.; nos damos cuenta que la vida "pende de un hilo y lo que hoy damos por seguro, en un instante puede cambiar. Por eso hay que valorar cada minuto de vida y sobre todo, a las personas que tenemos en nuestras vidas.
Pues sí, un incidente con un dulcecito puede hacer que recapacitemos muchas cosas…