La verdadera vida es mucho más que lo tangible, mucho más que simple materia… Es más, que algo físico y pasajero.
La vida es el compendio de existencia interna y externa que abarrota las posibilidades, mas allá de donde nuestro pensamiento alcanza.La vida va mas allá de lo usual, lo común y predecible y mas que aquello que es dado por hecho.
¡La verdadera vida es ir tras nuestros sueños, aunque nos llamen locos! Amar, aunque a veces nos lastimen y dar a los demás lo mejor de nosotros, aunque no lo valoren; porque queda la satisfacción interna que nos libera de egoísmos. La verdadera vida surge cuando somos nosotros mismos, sin ambages, sin falsedades, ni máscaras de ocasión.
La verdadera vida, es valorar lo que tenemos y sobre todo a quienes tenemos a nuestro lado a lo largo del camino. La verdadera vida es no dejar que nuestros corajes duren mas de unos minutos, ni permitir que nuestras tristezas aplaquen nuestras alegrías, pues esa vida es muy corta y pasa muy a prisa como para desperdiciarla así. ¡Vivir esa vida es asegurarnos que las lágrimas del día a día, no impidan ver la luz brillante del sol, que se asoma al otro lado del horizonte!
¡La vida es mas que un momento! Es saber que cuando perdemos a un ser querido, ahí no acaba todo, pues la verdadera vida es un constante cambio y aunque a veces duela la separación física , de alguna forma su esencia permanecerá en nuestro derredor y habitará siempre en nuestro corazón! La verdadera vida…la valiosa vida, es no descartar a quienes amamos porque se asomen canas y se hagan viejos y le “tiremos al rincón del olvido”, como si ya su vida no sirviera, pues siempre debemos recordar el tiempo que nos dedicaron.
¡La grandeza de la vida está en el gesto humilde, en el amor incondicional, en el respeto verdadero a otras vidas! La grandeza de la vida está, en el valor de caer y volver a levantarse, en saber tomar responsablemente las verdaderas pertenencias de la vida; lo simple, lo sencillo… ¡Lo verdaderamente trascendental!
La verdadera vida es tener la cordura y el entendimiento para explicar lo obvio y lo visible. Pero más importante es tener la locura suficiente y el corazón dispuesto para ver más allá de lo aparente y aceptar la inmensidad de esa vida infinita, aunque a veces no entendamos…Y en el devenir de esa vida, debemos aprender a remar a favor del viento y aun en contra de la corriente, cuando sea necesario; porque cada vivencia nos enriquece y cada sentimiento nos transporta más allá de la existencia misma.
¡Porque la verdadera vida solo se vive con el corazón!
La vida es el compendio de existencia interna y externa que abarrota las posibilidades, mas allá de donde nuestro pensamiento alcanza.La vida va mas allá de lo usual, lo común y predecible y mas que aquello que es dado por hecho.
¡La verdadera vida es ir tras nuestros sueños, aunque nos llamen locos! Amar, aunque a veces nos lastimen y dar a los demás lo mejor de nosotros, aunque no lo valoren; porque queda la satisfacción interna que nos libera de egoísmos. La verdadera vida surge cuando somos nosotros mismos, sin ambages, sin falsedades, ni máscaras de ocasión.
La verdadera vida, es valorar lo que tenemos y sobre todo a quienes tenemos a nuestro lado a lo largo del camino. La verdadera vida es no dejar que nuestros corajes duren mas de unos minutos, ni permitir que nuestras tristezas aplaquen nuestras alegrías, pues esa vida es muy corta y pasa muy a prisa como para desperdiciarla así. ¡Vivir esa vida es asegurarnos que las lágrimas del día a día, no impidan ver la luz brillante del sol, que se asoma al otro lado del horizonte!
¡La vida es mas que un momento! Es saber que cuando perdemos a un ser querido, ahí no acaba todo, pues la verdadera vida es un constante cambio y aunque a veces duela la separación física , de alguna forma su esencia permanecerá en nuestro derredor y habitará siempre en nuestro corazón! La verdadera vida…la valiosa vida, es no descartar a quienes amamos porque se asomen canas y se hagan viejos y le “tiremos al rincón del olvido”, como si ya su vida no sirviera, pues siempre debemos recordar el tiempo que nos dedicaron.
¡La grandeza de la vida está en el gesto humilde, en el amor incondicional, en el respeto verdadero a otras vidas! La grandeza de la vida está, en el valor de caer y volver a levantarse, en saber tomar responsablemente las verdaderas pertenencias de la vida; lo simple, lo sencillo… ¡Lo verdaderamente trascendental!
La verdadera vida es tener la cordura y el entendimiento para explicar lo obvio y lo visible. Pero más importante es tener la locura suficiente y el corazón dispuesto para ver más allá de lo aparente y aceptar la inmensidad de esa vida infinita, aunque a veces no entendamos…Y en el devenir de esa vida, debemos aprender a remar a favor del viento y aun en contra de la corriente, cuando sea necesario; porque cada vivencia nos enriquece y cada sentimiento nos transporta más allá de la existencia misma.
¡Porque la verdadera vida solo se vive con el corazón!