Levantarse cada mañana con otra noticia mas sobre la difícil situación que vivimos y tener que enfrentar el reto de salir adelante en medio de la pesada carga económica y el abuso de parte del gobierno, que nos ha tocado como pueblo. Y eso sin contar “aquellas cosas” que el mismo gobierno nos oculta y de las cuales gran parte de la prensa se hace “cómplice”….
La gente está ahogada, quiere escapar, ya no encuentra la forma de cómo mejorar-siquiera un poco-pues, todo el sacrificio, es en vano…Es como nadar contra la corriente… ¡Definitivamente la carga del pueblo es insostenible! ¡Pareciera que todo se lo “chupa” el gobierno!
Día a día vemos lo que sufre la gente o lo vivimos en “carne propia”… Muchos buscan desesperadamente un empleo para sobrevivir y los que tienen uno (o dos) luchan “contra viento y marea” para que el dinero les alcance, pues la mayoría son empleos mal remunerados… Y ahora parece que la situación se pondrá peor. Tristemente la Isla se va quedando para los grandes intereses, para aquellos que viven entre paredes de oropel, distanciados del dolor del resto del pueblo. ¡Sobrevivir es una aventura! ¡Es como vivir una maldita pesadilla!
Es por esto que muchos optan por buscar otro horizonte que le de validez a sus luchas y que les permita salir adelante y ver que su sacrificio ha valido la pena. La salida de los puertorriqueños de la isla aumenta a pasos agigantados, y no es para menos…
Es entonces cuando te sientas a repensar las opciones; ¿te quedas aquí a ver pasar los días sin ninguna esperanza,viendo como sueños, metas o proyectos quedan “aplastados”? ¿O te lanzas en la aventura de empezar de nuevo? Si, empezar en otro lugar, con otras oportunidades y otras esperanzas y a sabiendas de que cualquier esfuerzo que hagas, si valdrá la pena.
No hay triunfos sin cambios, sin esfuerzos, sin sacrificios…No hay oportunidad para nuevos sueños, si no estamos dispuestos a dar un giro a nuestras vidas y dejar atrás todo aquello que no ha funcionado antes…Muchas veces las circunstancias de la vida hacen que cambiemos el rumbo, que retomemos el timón y nos encauzamos hacia una meta mas certera.
Cierto es, que a veces tomar una decisión no es fácil, máxime cuando esta implica un gran cambio, como lo es mudarse, cambiar la rutina a la que estamos acostumbrados, empezar de nuevo... Las decisiones difíciles implican salir de la “zona de confort” y lanzarnos en la aventura de explorar nuevas alternativas. Es enfrentarnos, quizás, a algo desconocido y eso muchas veces nos asusta… ¡Seguro que asusta! Y las dudas revolotean en nuestra cabeza y nos preguntamos una y otra vez, si estamos haciendo lo correcto…Los temores se apoderan de nosotros, llegando a pensar muchas veces, en desistir…
Pero desistir es darse por vencido, es rendirse, es dar un paso atrás y conformarse…Es renunciar a tener una mejor vida. ¡Desistir, es darle paso al miedo y permitir que este triunfe y nos confine a vivir sin sueños y sin metas! Tomar la decisión de empezar de nuevo, en otro lugar, es muy difícil; pero es más difícil aun, seguir viviendo sin una esperanza real que nos despierte cada mañana y sea el motor que nos mueva.
Ciertamente en Puerto Rico la esperanza de tener una mejor calidad de vida va siendo parte del pasado. Solo va quedando la opción de dejarlo todo atrás, y empezar de nuevo. Llega la hora de encauzar el camino y tomar otra ruta que conduzca a las metas trazadas. Junto al resto del equipaje, apretujado en un rincón, quizás vaya un poco de miedo, pero también llevamos la decisión de salir adelante y esta ocupa todo el equipaje. ¡Nos vestimos de perseverancia porque no hay logros sin lucha y la certeza de que vamos a salir adelante! ¡Al menos nos queda la opción de retomar el camino y aun con el corazón apretado continuar la batalla, por nosotros y por los nuestros!
La gente está ahogada, quiere escapar, ya no encuentra la forma de cómo mejorar-siquiera un poco-pues, todo el sacrificio, es en vano…Es como nadar contra la corriente… ¡Definitivamente la carga del pueblo es insostenible! ¡Pareciera que todo se lo “chupa” el gobierno!
Día a día vemos lo que sufre la gente o lo vivimos en “carne propia”… Muchos buscan desesperadamente un empleo para sobrevivir y los que tienen uno (o dos) luchan “contra viento y marea” para que el dinero les alcance, pues la mayoría son empleos mal remunerados… Y ahora parece que la situación se pondrá peor. Tristemente la Isla se va quedando para los grandes intereses, para aquellos que viven entre paredes de oropel, distanciados del dolor del resto del pueblo. ¡Sobrevivir es una aventura! ¡Es como vivir una maldita pesadilla!
Es por esto que muchos optan por buscar otro horizonte que le de validez a sus luchas y que les permita salir adelante y ver que su sacrificio ha valido la pena. La salida de los puertorriqueños de la isla aumenta a pasos agigantados, y no es para menos…
Es entonces cuando te sientas a repensar las opciones; ¿te quedas aquí a ver pasar los días sin ninguna esperanza,viendo como sueños, metas o proyectos quedan “aplastados”? ¿O te lanzas en la aventura de empezar de nuevo? Si, empezar en otro lugar, con otras oportunidades y otras esperanzas y a sabiendas de que cualquier esfuerzo que hagas, si valdrá la pena.
No hay triunfos sin cambios, sin esfuerzos, sin sacrificios…No hay oportunidad para nuevos sueños, si no estamos dispuestos a dar un giro a nuestras vidas y dejar atrás todo aquello que no ha funcionado antes…Muchas veces las circunstancias de la vida hacen que cambiemos el rumbo, que retomemos el timón y nos encauzamos hacia una meta mas certera.
Cierto es, que a veces tomar una decisión no es fácil, máxime cuando esta implica un gran cambio, como lo es mudarse, cambiar la rutina a la que estamos acostumbrados, empezar de nuevo... Las decisiones difíciles implican salir de la “zona de confort” y lanzarnos en la aventura de explorar nuevas alternativas. Es enfrentarnos, quizás, a algo desconocido y eso muchas veces nos asusta… ¡Seguro que asusta! Y las dudas revolotean en nuestra cabeza y nos preguntamos una y otra vez, si estamos haciendo lo correcto…Los temores se apoderan de nosotros, llegando a pensar muchas veces, en desistir…
Pero desistir es darse por vencido, es rendirse, es dar un paso atrás y conformarse…Es renunciar a tener una mejor vida. ¡Desistir, es darle paso al miedo y permitir que este triunfe y nos confine a vivir sin sueños y sin metas! Tomar la decisión de empezar de nuevo, en otro lugar, es muy difícil; pero es más difícil aun, seguir viviendo sin una esperanza real que nos despierte cada mañana y sea el motor que nos mueva.
Ciertamente en Puerto Rico la esperanza de tener una mejor calidad de vida va siendo parte del pasado. Solo va quedando la opción de dejarlo todo atrás, y empezar de nuevo. Llega la hora de encauzar el camino y tomar otra ruta que conduzca a las metas trazadas. Junto al resto del equipaje, apretujado en un rincón, quizás vaya un poco de miedo, pero también llevamos la decisión de salir adelante y esta ocupa todo el equipaje. ¡Nos vestimos de perseverancia porque no hay logros sin lucha y la certeza de que vamos a salir adelante! ¡Al menos nos queda la opción de retomar el camino y aun con el corazón apretado continuar la batalla, por nosotros y por los nuestros!