Momento de despedirse de los días que marcaron este tramo del camino. Momento de emprender nuevas rutas, nuevas metas, sueños postergados…Emprendo el nuevo camino con otro equipaje. Solo cargo lo indispensable para la nueva ruta.Lo demás, la pesada carga que hacia tambalear mis pasos, queda atrás…
Conmigo llevo mi maleta y una escalera. En mi equipaje ya no hay cabida para lágrimas ni decepciones. En un pequeño bolsillo guardo con sigilo una nota, donde llevo anotados los nombres y escenarios que no repetiré. Junto a esa nota llevo un calzador para prestarlo a aquellos que se crucen en mi camino y puedan meterse en mis zapatos antes de hablar o juzgar mis pasos y un pedazo de techo, formado de espejos, para que “los otros” se miren en él, antes de tirar sus piedras. Atrás queda la vieja y pisoteada alfombra que solía estar frente a mi puerta. Cierro esa puerta y me llevo la llave…
En mi equipaje llevo guardadas mis horas, mis canas, las líneas de mi rostro, trazadas con vehemencia por la vida. Me llevo mis sueños, aquellos que deje guardados y que hoy son la brújula de mi camino! Para mis pasos, las viejas botas que aún me mantienen de pie y pisando fuerte , dejando atrás las huellas del rumbo recorrido.
Me llevo mi paleta con mis colores mas queridos…Mis azules que hablan de mariposas de alas rotas pero hermosas, los negros que delinean tantas oníricas formas...Me llevo mi vida con mis telas, mis pinceles y los lápices de colores con los que doy otro color a mi mundo…Y mientras daré la pincelada final con los pigmentos de sol que recogí en mis atardeceres de playa! ¡Me llevo a cuestas el mar, la arena y los días pernoctados en mi margen caribeño!
Junto a mi equipaje llevo una escalera para colgarla al final del horizonte y desde allí alcanzaré un pedacito de cielo y me asiré a él, para ver el rostro de aquellos que perdí en el camino. En un rincón especial abriré un huequito para ver a mi madre, le daré un beso y andaré el Universo. Escalón por escalón subiré y teñiré de azul la cima del Everest, dejando a ras del suelo todo aquello que no valió la pena!
Estas son mis pertenencias y junto a ellas guardo con recelo mi reloj de arena, porque cada minuto cuenta para alcanzar todos mis sueños. Y con mis sueños llevo mi mapa donde trazaré la ruta para ganarle al tiempo sin importar pendientes o caminos pedregosos…Al final, sé que me llevará a mi destino. Este es todo mi equipaje, mi maleta y una escalera… A donde voy no necesito mas…
Conmigo llevo mi maleta y una escalera. En mi equipaje ya no hay cabida para lágrimas ni decepciones. En un pequeño bolsillo guardo con sigilo una nota, donde llevo anotados los nombres y escenarios que no repetiré. Junto a esa nota llevo un calzador para prestarlo a aquellos que se crucen en mi camino y puedan meterse en mis zapatos antes de hablar o juzgar mis pasos y un pedazo de techo, formado de espejos, para que “los otros” se miren en él, antes de tirar sus piedras. Atrás queda la vieja y pisoteada alfombra que solía estar frente a mi puerta. Cierro esa puerta y me llevo la llave…
En mi equipaje llevo guardadas mis horas, mis canas, las líneas de mi rostro, trazadas con vehemencia por la vida. Me llevo mis sueños, aquellos que deje guardados y que hoy son la brújula de mi camino! Para mis pasos, las viejas botas que aún me mantienen de pie y pisando fuerte , dejando atrás las huellas del rumbo recorrido.
Me llevo mi paleta con mis colores mas queridos…Mis azules que hablan de mariposas de alas rotas pero hermosas, los negros que delinean tantas oníricas formas...Me llevo mi vida con mis telas, mis pinceles y los lápices de colores con los que doy otro color a mi mundo…Y mientras daré la pincelada final con los pigmentos de sol que recogí en mis atardeceres de playa! ¡Me llevo a cuestas el mar, la arena y los días pernoctados en mi margen caribeño!
Junto a mi equipaje llevo una escalera para colgarla al final del horizonte y desde allí alcanzaré un pedacito de cielo y me asiré a él, para ver el rostro de aquellos que perdí en el camino. En un rincón especial abriré un huequito para ver a mi madre, le daré un beso y andaré el Universo. Escalón por escalón subiré y teñiré de azul la cima del Everest, dejando a ras del suelo todo aquello que no valió la pena!
Estas son mis pertenencias y junto a ellas guardo con recelo mi reloj de arena, porque cada minuto cuenta para alcanzar todos mis sueños. Y con mis sueños llevo mi mapa donde trazaré la ruta para ganarle al tiempo sin importar pendientes o caminos pedregosos…Al final, sé que me llevará a mi destino. Este es todo mi equipaje, mi maleta y una escalera… A donde voy no necesito mas…