A veces la rutina diaria hace que las personas adopten poco a poco hábitos que van perjudicando su salud y precisamente por esa misma rutina se les hace sumamente difícil romper con esos hábitos que tanto daño les causan.
Pero poco a poco se van dando cuenta de la necesidad de cambiar la vida sedentaria que llevan y los malos hábitos alimenticios, pues van engordando poco a poco (a veces casi sin percatarse),van perdiendo tonificación muscular, sus cuerpos se van llenando de grasa (especialmente allí, en la cintura, donde más perjudicial es) y cada día se les hace más difícil realizar cualquier actividad, sin quedarse sin aliento.
Eso sin contar la innumerable cantidad de condiciones de salud que les van aquejando y es en este punto, donde se busca implementar cambios. Porque nunca es tarde para cuidarnos y buscar una mejor salud,
Sin embargo a veces las personas se “lanzan” a la aventura de llevar a cabo un régimen de ejercicios y eso es bueno pues están tratando de cuidar su salud; pero lamentablemente muchos lo hacen sin preparación previa y sin tomar en cuenta elementos básicos, como su estilo de vida anterior, la comida que ingieren, la rutina diaria que llevan y muchos otros…
Es importante implementar cambios que redunden en nuestro beneficio; pero es mas importante hacerlo con cuidado. Una de las cosas principales a tener en cuenta es la salud de nuestro corazón y el sistema cardiovascular. Hay muchos factores que afectan la salud del corazón tales como la falta de ejercicios y una larga lista de “excesos” en la dieta diaria, pero igualmente es malo para nuestra salud, excederse en el ejercicio. Siempre hay que tomar en cuenta lo que necesitamos ya que todos los excesos son malos… Así que hay que eliminar esa idea de que “más es mejor”…
9 Consejos básicos para cuidar el corazón
1-Visitar regularmente un médico de confianza y hacernos los exámenes de rigor.
2-Bajar la cantidad de sal y sodio en la comida, sustituyendo las salsas, la sal de mesa y los alimentos enlatados con alto contenido de sodio por especias, ajo, cebolla, vinagre y aderezos bajos en sodio y grasas saturadas.
3- Disminuir el azúcar que ingerimos diariamente y sustituirla por azúcar dietética y otros sabores como vainilla, canela, miel, etc.
4-Evitar el exceso de grasas saturadas en la comida y sustituir por aceite de oliva, canola soya y girasol.
5-Disminuir la cantidad de carnes rojas, harinas refinadas y comida chatarra e incluir más pescado, pollo, cereales integrales y frutas y vegetales en la dieta diaria.
6-Limitar la cantidad de bebidas carbonatas y bebidas alcohólicas e ingerir más agua, jugos naturales y leche baja en grasa.
7-Disminuya las porciones de lo que come, tanto lo que cocina en el hogar como lo que consume fuera…
8-Aprenda a leer la información del contenido de la etiqueta de los alimentos en el supermercado, ya que podemos ver verdadera información que a veces contradice lo que anuncia el producto.
9-Debemos hacer actividad física por lo menos 3 veces en la semana e incluir una rutina con pesas para fortalecer los músculos, y hacer por lo menos 30 minutos de ejercicio cardiovascular como una caminata enérgica o cualquier actividad de “cardio” para fortalecer el corazón.
Así, sencillo…Una guía rápida a nuestra mano para comenzar a cambiar los malos hábitos.Es cuestión de hacer unos cambios e ir habituándonos poco a poco tanto a la actividad física regular como en la forma que ingerimos nuestros alimentos.
La diabetes, la presión arterial alta y el colesterol (malo) alto y la obesidad, pueden aumentar el riesgo de una enfermedad cardiaca, por tanto es importante mantenernos atentos y cuidar nuestra salud.
Hay que recordar que lo que lo que no se usa, se daña. Es como un auto, si se mantienen sin uso por mucho tiempo, las piezas se oxidan, la batería se daña, el motor no arranca y tenemos que invertir mucho tiempo y dinero si queremos volver a ponerlo a funcionar. Pues así debemos ver nuestro cuerpo. ¡Así que manos a la obra con cuidado, pero determinación!
Fuente de información- http://www.fda.gov/default.htm
A veces la rutina diaria hace que las personas adopten poco a poco hábitos que van perjudicando su salud y precisamente por esa misma rutina se les hace sumamente difícil romper con esos hábitos que tanto daño les causan.
Pero poco a poco se van dando cuenta de la necesidad de cambiar la vida sedentaria que llevan y los malos hábitos alimenticios, pues van engordando poco a poco (a veces casi sin percatarse),van perdiendo tonificación muscular, sus cuerpos se van llenando de grasa (especialmente allí, en la cintura, donde más perjudicial es) y cada día se les hace más difícil realizar cualquier actividad, sin quedarse sin aliento.
Eso sin contar la innumerable cantidad de condiciones de salud que les van aquejando y es en este punto, donde se busca implementar cambios. Porque nunca es tarde para cuidarnos y buscar una mejor salud,
Sin embargo a veces las personas se “lanzan” a la aventura de llevar a cabo un régimen de ejercicios y eso es bueno pues están tratando de cuidar su salud; pero lamentablemente muchos lo hacen sin preparación previa y sin tomar en cuenta elementos básicos, como su estilo de vida anterior, la comida que ingieren, la rutina diaria que llevan y muchos otros…
Es importante implementar cambios que redunden en nuestro beneficio; pero es mas importante hacerlo con cuidado. Una de las cosas principales a tener en cuenta es la salud de nuestro corazón y el sistema cardiovascular. Hay muchos factores que afectan la salud del corazón tales como la falta de ejercicios y una larga lista de “excesos” en la dieta diaria, pero igualmente es malo para nuestra salud, excederse en el ejercicio. Siempre hay que tomar en cuenta lo que necesitamos ya que todos los excesos son malos… Así que hay que eliminar esa idea de que “más es mejor”…
9 Consejos básicos para cuidar el corazón
1-Visitar regularmente un médico de confianza y hacernos los exámenes de rigor.
2-Bajar la cantidad de sal y sodio en la comida, sustituyendo las salsas, la sal de mesa y los alimentos enlatados con alto contenido de sodio por especias, ajo, cebolla, vinagre y aderezos bajos en sodio y grasas saturadas.
3- Disminuir el azúcar que ingerimos diariamente y sustituirla por azúcar dietética y otros sabores como vainilla, canela, miel, etc.
4-Evitar el exceso de grasas saturadas en la comida y sustituir por aceite de oliva, canola soya y girasol.
5-Disminuir la cantidad de carnes rojas, harinas refinadas y comida chatarra e incluir más pescado, pollo, cereales integrales y frutas y vegetales en la dieta diaria.
6-Limitar la cantidad de bebidas carbonatas y bebidas alcohólicas e ingerir más agua, jugos naturales y leche baja en grasa.
7-Disminuya las porciones de lo que come, tanto lo que cocina en el hogar como lo que consume fuera…
8-Aprenda a leer la información del contenido de la etiqueta de los alimentos en el supermercado, ya que podemos ver verdadera información que a veces contradice lo que anuncia el producto.
9-Debemos hacer actividad física por lo menos 3 veces en la semana e incluir una rutina con pesas para fortalecer los músculos, y hacer por lo menos 30 minutos de ejercicio cardiovascular como una caminata enérgica o cualquier actividad de “cardio” para fortalecer el corazón.
Así, sencillo…Una guía rápida a nuestra mano para comenzar a cambiar los malos hábitos.Es cuestión de hacer unos cambios e ir habituándonos poco a poco tanto a la actividad física regular como en la forma que ingerimos nuestros alimentos.
La diabetes, la presión arterial alta y el colesterol (malo) alto y la obesidad, pueden aumentar el riesgo de una enfermedad cardiaca, por tanto es importante mantenernos atentos y cuidar nuestra salud.
Hay que recordar que lo que lo que no se usa, se daña. Es como un auto, si se mantienen sin uso por mucho tiempo, las piezas se oxidan, la batería se daña, el motor no arranca y tenemos que invertir mucho tiempo y dinero si queremos volver a ponerlo a funcionar. Pues así debemos ver nuestro cuerpo. ¡Así que manos a la obra con cuidado, pero determinación!
Fuente de información- http://www.fda.gov/default.htm